Me llamo Javier y este blog nace como una actividad optativa de la asignatura de Sociedad del Conocimiento perteneciente al Grado de Educacuión Social en la UNED. Centraré mis entradas en este trastorno genético que afecta a 1 de cada 700 nacimientos. Espero servir de ayuda.
Un saludo
Me interesa el tema que has elegido. Cada vez se ven menos niños con el síndrome (el porqué es evidente) y creo que los profesionales de la educación lo tienen menos presente que hace unos años, cuando se dio la integración en centros ordinarios y su número era considerable.
ResponderEliminarDejo aquí la dirección del blog de Iñigo Allí, pamplones padre de una niña con síndromen Down e impulsor de la iniciativa "Síndrome up"
http://inigoalli.sindromeup.org/
¡Ánimo con el blog!
Muchas gracias Mª Teresa, era el tema que había elegido para mi segunda entrada. Te agradezco también que hallas dejado la dirección del impulsor del "síndrome up", me va a ayudar muchísimo.
ResponderEliminarUn saludo
Siempre me llamó la atención, cuando era niño, este trastorno genético.
ResponderEliminarRecuerdo que, al ir al pueblo de mi madre, solían jugar con mis primos y conmigo algunas personas aquejadas de síndrome de Down puesto que estaban mejor con niños (tendríamos unos 8 ó 10 años) ya que así ellos se encontraban más cómodos que con gente mayor.
Andando los años, si alguna vez los he vuelto a ver, uno se da cuanta de que ellos siguen igual, con su inocencia, sus ganas de jugar, su forma de actuar conforme a los consejos que les dan sus padres... En cambio, nosotros hemos cambiado haciéndonos adultos y, no siempre, mejores.
Espero que, a su manera, sean todo lo felices que puedan y que sus familiares más directos también sepan sobrellevar esta situación. Desde luego yo, cada vez que encuentro a alguien con síndrome de Down esbozo una sonrisa de cariño hacia esa persona porque, sin saberlo, consigue alegrarme puesto que me hace recordar, aunque sólo sea por un instante, la niñez, que tiene que ser, y gracias a Dios ha sido en mi caso, tierna, inocente y pura, como suelen ser ellos, también.
Un recuerdo amistoso.
Me ha gustado mucho tu comentario Dabid, qué suerte haber vivido esa experiencia!!!
ResponderEliminarun abrazo